jueves, 14 de junio de 2012

Transantiago: una mirada comparada

Los  sistemas de transporte de Santiago y de Ciudad de México  fueron analizados en un taller liderado por los académicos de sociología Manuel Tironi y de ingeniería en transportes, Juan Carlos Muñoz, en el marco de un proyecto MISTI-UC.

Establecer una nueva relación de confianza entre las autoridades y las empresas de transporte, considerar la participación ciudadana y de los distintos tipos de usuarios o la necesaria existencia de una autoridad que “ordene” y tenga una mirada global del sistema de transportes de la ciudad, son parte de las conclusiones del taller “Transantiago-Metrobús ¿Cómo lograr la sostenibilidad social?”, realizado en la UC. A cargo de los académicos de sociología Manuel Tironi y de ingeniería en transportes, Juan Carlos Muñoz, forma parte de un proyecto MISTI-UC, que es una de las actividades que realiza el Centro de Excelencia en Bus Rapid Transit de la Universidad Católica.

El encuentro al que asistieron representantes del MIT, del Banco Mundial, de operadores de México, entre otros, se enmarca en el proyecto MISTI-UC “Implementing Bus Rapid Transit: Institutional Dimensions”, liderado en nuestra casa de estudios por el sociólogo Manuel Tironi. Su investigación tiene como objetivo entender, desde las perspectivas sociológica y de las políticas de planificación, estos proyectos de ingeniería a gran escala y las consecuencias de las tensiones naturales que surgirán entre quienes proponen los proyectos y grupos de la sociedad civil.
La actividad se inició con las palabras del ministro de transportes, Pedro Pablo Errázuriz, quien aseguró que “el Transantiago está a años luz de las micros amarillas”. Para confirmarlo explicó que han incrementado los recorridos, los paraderos y los corredores segregados; que el actual sistema es menos contaminante y que los buses han aumentado su rapidez gracias a las vías exclusivas. Sin considerar el mejoramiento en la calidad de vida y situación laboral de los choferes. También explicó que en el Ministerio de Transportes se ha llegado “a la conclusión clarísima de que el subsidio es fundamental para el sistema de transporte”. Es más, sostuvo que es “esencial para salvar la ciudad”. Idea en que concordaron los asistentes al taller, pues confirmaron que más que tener miedo de hablar de subsidios, el foco debe ser más bien más en cuidar que ellos sean transparentes y bien aplicados.
En el encuentro se analizaron los BRT –bus rapid transit- sistemas de transporte público de alto rendimiento, eficientes, ecológicamente sustentables, que aumentan la seguridad de los pasajeros, reducen la congestión y las emisiones de CO2, entre otras características.
Tironi, junto al profesor de ingeniería en transporte Juan Carlos Muñoz, informó que unas de las conclusiones del taller es que el éxito en la implementación y sostenimiento de sistemas BRT depende, en buena medida, de que sus impulsores comprendan la economía política del entorno del proyecto. Pero también, en la flexibilidad de los BRT, para que se adapte a las demandas de los grupos afectados y mantenga permanentemente informados a los actores del proceso.
Luego de las mesas de discusión se concluyó que una de las trabas está en el diseño institucional de la autoridad, que en “el caso de Santiago -y en muchas ciudades de Latinoamérica- es completamente irracional”, pues está subdividida en múltiples sub-unidades (por ejemplo las comunas) lo que fragmentaliza la visión y el ámbito de responsabilidad de cada una. “Esto se traduce en escasa colaboración y, por lo tanto, en proyectos cojos que abordan sólo una parte de la problemática de movilidad sacrificando la mirada global a escala urbana que resulta imprescindible para la sustentabilidad de las ciudades”.
Otro de los aspectos revisados fue la relación con los empresarios del transporte. Al hacer estudios comparativos se ha constatado que “los sistemas más exitosos son los que logran transitar de un esquema de confrontación (autoridades v/s empresarios) a uno de colaboración y confianza”. Son proyectos que ofrecen una oportunidad para migrar desde un sistema de organización basado en gremios a uno basado en empresas. Los académicos señalan que esta transición promete menos externalidades negativas para la sociedad (accidentes, congestión, contaminación) y quizá mejor servicio para el usuario.
“La participación ciudadana debe darse de manera sostenida en todas las etapas del proyecto”, precisaron. Para ello es necesario conocer a los interlocutores, hacerlos partícipes directamente en la toma de decisiones. “El éxito de la participación ciudadana (y de sistemas sintonizados con los usuarios) depende de reconocer que existe una diversidad de usuarios y perfiles y no un usuario único”.
Por último, se constató una carencia de especialistas que apoyen el desarrollo de modernizaciones de sistemas de transporte público, con una participación ciudadana que fortalezca y factibilice la implementación del proyecto.
El convenio MISTI-UC se enmarca dentro del programa “MIT International Science and Technology Initiative”(MISTI), para fomentar la realización de proyectos entre  académicos de ambas universidades. 

20120601 tallertransantiago

Christopher Zegras de MIT; el sociólogo Manuel Tironi; Arturo Ardila-Gómez del Banco Mundial; el ministro Pedro Pablo Errázuriz y el profesor de ingeniería en transportes Juan Carlos Muñoz.
http://bit.ly/KFMLM7

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